Resistencia en el flanco débil

enero 18, 2024

Psicosis II (Psycho II, 1982) de Robert Bloch

 


    Lo primero que quiero escupir aquí es que me encanta el subtítulo: «El Regreso de Norman». Repito: ME. ENCANTA. EL. SUBTÍTULO. Oye, que tú lees Piscosis II y lees Robert Bloch y ves a un Anthony Perkins terminal desventrándote con la mirada y fijo que lo primero que piensas es: me da que esto va del regreso del abuelo de la prima del panadero... ¡Pues No! Va del regreso de Norman Bates, ¡a que no te lo esperabas, pedazo de cabra!... Y para mayor escarnio va y te lo ponen entre paréntesis, así como en chivándote por lo bajini las respuestas del examen, ya si eso en el bar ta me vas pagando una napolitana y un cafelito...

    A mí que los editores nos traten a los lectores como si fuésemos todos unos completos borderlines es una cosa que, mira, aun tan acostumbradísimo, nunca deja de sorprenderme. Creo que en el fondo saben que comprar, compramos muchos libros, pero leer, pues a lo mejor en el fondo apenas leemos uno, o tres, o cinco, o ninguno, y desde que acabas de leer ese uno o ninguno hasta que te vuelves a leer ese-otro o ese-ningúntro-nunca-más, pues ya en ese intervalo de tiempo, qué quieres que te diga, pues a lo mejor ha sucedido que te has vuelto GILIPOLLAS. Y es por eso que nos tratan así, nos hablan así, ya desde la cubierta o la contracubierta —que por otra parte es lo único que en verdad les importa que leamos—, como si fuésemos unos disminuidos. 

    Es una teoría.

    Ahora bien. Psicosis II. Robert Bloch. 1982. Este libro. Yo no sé bien qué pretendió Robert Bloch con este libro. Si se le había acabado la pasta. Si se lo encargaron. Si la noche pasada le habían levantado la radio del coche. Si qué... El caso es que el asunto principia con Norman escapándose del manicomio y cargándose dos monjas. Se huele la goleada. Pero luego enseguida tira la defensa para atrás  y empieza a especular con el resultado. De repente Bloch ya no quiere escribir más sobre Noman Bates. Ahora quiere ridiculizar el mundillo de Hollywood. Me las vais a pagar, dice, hijos de puta, dice. Cabrones, dice. Bloch había sido guionista allí muchos años. Y ahora había llegado el momento de morder la mano que da de comer... Jaja... Qué divertido... Lo que pasa que ni como chiste ni como venganza le acaba saliendo una invectiva muy allá. 

    Yo creo que en realidad Bloch nunca quiso escribir este libro. Me da muy fuerte este pálpito. Pienso que en su fuero interno Bloch sabía que convertir a Norman Bates en una desbocada máquina de matar suponía no sólo rendirse a la moda por un puñado de dólares, sino también, y mucho peor, traicionar al personaje y traicionarse a sí mismo. Bates fue y había sido siempre un enfermo antes que un psicópata. Y así decidió dejarlo.

    Y es por esto que Psicosis II, la película, 1983, nada tiene que ver con Psicosis II, el libro, y es por esto también que lo del «Regreso de Norman» no es sólo una perogrullada, además es mentira.

 


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