Ved, amigos, lo acertado de la cubierta de este librillo menudo y esclarecedor, vean cómo el diseñador de la misma, don Ángel Uriarte, maestro enorme, nos brinda a la novia toda ella coloreada, de punta en blanco, de punta en níveo, la novia, ella entera núbil y a la par predadora, dispuesta y emperifollada y anhelando el momento del sí quiero, venga, dale vamos, que hoy es mi gran día. Y he dicho bien, he dicho a propósito, he dicho «mi gran día», no el nuestro, de los dos, la pareja, porque mirad en cambio al novio, que aún no se ha entregado al sumo sacrificio de la sagrada ceremonia y ya está negro. Negrito del todo.
«Noche terrible» es una masterpiece tremenda del argentino, y sin embargo amigo, Roberto Arlt, que abunda sobre los muchos contras y los apenas pros de la Sacrosanta Institución del Matrimonio. Es, por supuesto, un relato del todo intempestivo y por entero, todo él, de principio a fin, bendita misoginia. ¿Acaso, sabido su tema, podría ser de otro modo? No, no, por supuesto... Todo esto que tantas de vosotras calificaríais de perfidia y torticera incorrección —y no sin razón, por cierto— tampoco le resta a la historia y al tema, sin embargo, un ápice de lucidez, esto es, de incontestable verdad.
La noche terrible a la que hace referencia el título es la noche previa al casorio funesto, en el que el novio decide, entre sudores fríos y ominosos presagios, si a la mañana siguiente deja o no plantada en el altar a la novia. Y pese a que yo no he parado de descojonciarme de la risa durante toda la historia, no os quepa el menor asomo de duda, nos encontramos ante una de las cumbres del Cuento de Horror. Horror PreterMarital.
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