Le va viendo uno, con la práctica, la utilidad a todo este invento infumable del tener púlpito propio desde el que venir a soltar cada cual su particular mierda, sin tener que pagar o cobrar por ello además, éste es el dato importante, y es que así a bote pronto la libertad para aflojar el intestino parece ilimitada: obviedades, perogrullos, cretinadas, subterfugios cartesianos, mamonadas de variopinto color y los más exóticos aromas. Todo cabe en el sumidero, precisamente por eso, porque nada de lo vertido va mucho más allá de la cloaca. Escribanías de videar y olvidar. Y si usted está leyendo esto lo más seguro es que también forme parte del invento, que no del negocio, de modo que compadézcame en tanto le compadezco, que ninguno de estos minutos que aquí perdemos usted y yo los recuperaremos.
Así las cosas, gratis como nunca ladrar rabia a los cuatro vientos, potar por boca de ganso, enseñorearse en la propia y supina ignorancia y el peor de los estilos, abonemos pues este barbecho de medianía con otra ración de pensamientos extemporáneos del todo prescindibles...
Así, por ejemplo, volviendo a la kinematografía moderneta que nos pintan las carteleras, tal y como anda el percal, das las gracias si te topas de tanto en cuando con algún producto, repito: "pro-duc-to", que no te pida mirar la hora a la media de proyección. Tan bajuna y mierduna la cosecha que yo ahora mismo al cine no le pido sino una sola cosa, por favor, que no me aburra. Lo demás es discutible e incluso negociable. Pero, ¡por Dios y su puta madre te lo pido!, no me des el palo con la vara del tedio, cabronazo... Y lo que no le perdono, que me trate de idiota, esto es, de americano medio. Ahí sí que no habrá cancha ni hoja de reclamaciones. Conque si ni me insultas ni me duermes, habrá diálogo, tal vez...
Me comentan por ahí que me pasé con mis elogiosos predicamentos para con Distrito 9, sorprendentes sobre todo viniendo de mi persona, que por lo visto empieza a figurar en según qué mentideros por no dejar títere con cabeza, fuese ésta de quien fuera. Pues bien, amigos, no les quitaré razón. Quizá la de bichos sudafriquenses se me antojó mejor de lo que es en realidad porque me supo a ligeramente superior a la media de bazofia que de ordinario nos echan al comedero. Que sí, no se lo discuto. que el guión tiene negros como agujeros de bala, que la última media hora es otra ensalada de tiros como tantas otras en las que siempre me cago, que los actores son pestíferos y sin posibilidad de redención. Se lo concedo todo... Pero yo venía de ver Gamer, queridos, una puñalada trapera a la retina de la que lo mejor que se puede decir es que copia con gracia Perseguido de Paul Michael Glaser por la sencilla razón de que es humanamente imposible excretar una diarrea peor que Perseguido de Paul Michael Glaser, supongo que me explico...
Si quieren ver cine con arrestos, con cojones en pantalla, literales y no, entonces gasténselo en Anticristo, aunque ya aviso y no por eso escaparé a la posibilidad de ser traidor, a la mayoría de los que se atrevan no les va hacer ni puta gracia.
Si de gracia hablamos, de lo que se trata es de partirse la caja, mejor la última del Tarantino, ese geniecillo cabrón de quijada inabarcable. Igual que dije en su momento que Death Proof me pareció una patada en los huevos escocidos, con tanto diálogo chochifláutico e hipermétrope, les digo ahora que Malditos Bastardos me puso dura la tranca de la fascinación. Claro que déjense de mestizaje de géneros, fusión de tributajes, westerns bélicos y la puta cahiers du cinema. Sergio Leone y Brian De Palma aquí son lo de menos. Tarantino ya no hace cine. Hace tebeos para adultos a 24 fotogramas por segundo. Bienvenidos al primer Hazañas Bélicas en imagen real. Estas cosas sólo las tiene la hipermodernidad.
Me gusta lo redondo de la historia, lo gamberro y lo canalla, y me gustan los diálogos de Tarantino cuando Tarantino se olvida de decirse a sí mismo a cada momento: soy el mejor escritor de diálogos de la historia, amigo, y podría noquearte a base de díalogos pedantes y snobs a poco que me lo propusiera, así que no me jodas... Y sobre todo me gustan Brad Pitt mandibulorro y su compañía de bastardos caracartones; todos los personajes, del primero al último, son tan cuadrados y planos, tan sin tibiezas ni matices ni que ocho cuartos, puro cliché y basta, que enseguida te llegan a lo hondo de la mandíbula batiente, llamando al apego entrañable y a la adhesión incondicional. Como ha de ser, coño. Así eran los tebeos con los machos bien atados, de cuando ni el palabro "cómic" ni el eufemismo "novela gráfica" llenaban la boca de ningún sabihondillo intelectualoide de arrabal.
Con la sola diferencia de que Tarantino actualiza el software mítico de aquel bolsilibro a los estándares de nuestro siglo 21, en el que los malos son unos hijos de puta de la peor calaña y los buenos son también unos hijos de puta de la peor calaña, y las rubias inocentes igual y los judíos también, y así hasta la náusea, todos mueren y al final sólo quedan los buitres y los cuervos, nosotros espectadores, saboreando los exquisitos cadáveres. Si hay algo que nunca se le podrá echar en cara al bueno de Quentin es que te hable como si fueses retrasado o adicto al pegamento espirituso, y eso ya bien vale esta misa.
13 comentarios:
Pues fíjate que a mí no me ha gustado nada. Me ha parecido una mierda, una chapuza. Como siempre, el Pit hace de carismático, que es de lo que hace siempre, puto eterno papel suyo. Sea malo o bueno, siempre es bueno, o sea, guay. Por eso nunca le veo el personaje siempre le veo a él. No me gusta este tío actuando. Y no porque actúe mal, sino porque siempre hace el mismo papel. Y siguiendo con el mismo papel, a los alemanes los han caracterizado como siempre, de malos, pero no de malos diferentes, sino de malos amanerados y refinados. Vamos que era como las películas de la 2ª guerra mundila donde aparecían los japos hablando en un idimoa cuya pronuncianción ya los ponían a la altura de los extraterrestres. En fin. A mí la historia no me parece bien. Nada comprensible. Es imposible que en un cine con esas llamaradas, y la cantidad de humo que ascendería, dos de los buenos se tiraran tanto tiempo disparando. Físicamente estaría axfisiados. Vamos, que ni tiempo para acabar el primer cargador. Además, que sentido tenía liarse a disparar con la dinamita que habían dejado bajo las buatacas. El único que se salva es el puto coronel, que sí que hace un papelón. Clava su repugnancia y aversión que genera en el público. Otro error, para mí, es el poco control policial en un cine donde asiste la cream de la cream del alto cargo nazi, hastal Hitler disfrutaba de la peli. Aquello debería estar infestado de guardias en todas las esquinas del pueblo. Total, para mí, un cero patatero.
Fíjate Miguel que la mayoría de los mativos por los que a ti no te gusta la película la hacen grande para mí, y lo que es más importante; divertida. Precisamente por eso, porque todos son personajes arquetipo, mil veces ciclostilados, y la suspensión de incredulidad que pide su guión es la de un adicto a los tebeos de lance. No sé, a mí ni se me ocurriría cuestionar la lógica de un guión cuyos protagonistas prácticamente son dibujos animados.
Aunque también puede ser que me esté volviendo un "blando", cualquiera sabe.
Saludo.
Bueno, es una cuestión de gustos. A mí no me acabó de convecer. Además hay ciertos parones que para mí gusto rompían el ritmo. Por otro lado también se rompe la tensión. Y el comienzo pensé que iba a ser más sanguinario, cuando lo del bate de beisbol. yo no le hubiera golpeado directamente en la cabeza. Me pareció demasiado blanda la escena. Pensé que le batearía en la esvástica del pecho, luego pasaría a romperle los brazos a palazos mientras los demás, junto con el público, se regodarían de esa escena hasta acabar con él de un golpe en la cabeza. Pero creo que dejó que se perdiera la escena, por una chulería americana muy actual y nada correspondiente a unos judíos con verderas ansias de venganza.
Oye, en Anticristo le encontré un fallo, mínimo, pero un error. Considero que era más sencillo romper la piedra de afilar con un martillo u otra herramienta que atravesar un bosque con ella pegada a la pierna. Esas piedras son fáciles de romper dee un golpe. Pero vamos, estas son detalles en los que me gusta perder el tiempo mientras disfruto de las películas.
Fíjate por donde, amigo Javier, que a mí Deep Proof sí me gustó. Aunque no tenía trama de ningún tipo, pero me encantó. No sabría decirte el porqué
Jajaja... bueno, quizá el error principal de Defoe, mucho más que no romper la piedra con un martillo, fuera casarse con una tipa que estaba como una puñetera regadera, ¿no crees?
Abrazo.
Pues sí. Aunque para mí, cualquier casamiento ya supone un fallo de por sí. En fin. Que Dios o el Diablo nos pille confesados.
Oye, y qué sentido tiene el final ése tan extraño?
yo no he visto todavía la peli bastarda, pero ayer vi en la tele los primero cinco minutos de death proof y no cerraban el pico ni un segundo, eso sí, la morena tenía buen ojal
me ha gustado tu primer párrafo, yo también he defendido siempre esa inmortalidad que caracteriza a la experiencia postal
Amigo, engs, no hay ojal que valga cuando el absoluto tedio te espera a la vuelta de la esquina, sobre todo si hablamos de un ojal de dos dimensiones, imposible de catar...
Ambos sabemos que la experiencia postal es algo así como un encuentro en la tercera fase... en lo oscuro e insalubre de un aseo de gasolinera comarcal.
Saludo!
Child, respecto al final de "Anticristo", cualquiera sabe: ¿la visión de todas las mujeres asesinadas a manos de hombre a lo largo de la historia?, ¿el recuento de Evas habidas y por haber?, ¿El sueño lúbrico de Lars Von Trier tras un empacho de bacalao y guisantes?... ¿Alguien ofrece más?
Malditos diálogos bastardos...
La película del Tarantino tiene dos historias. Pues bien, tiro a la basura la de los putos bastardos y me quedo con la de la chica del cine. Así de claro.
Los putos bastardos ni hacen gracia y son planos como mesas de billar. Hecho de menos unos violentos de Kelly, que también eran caricaturas, pero geniales. Salvas a Bradd Pitt Javi, sí, pero su personaje es bastante insulso. El mejor personaje de la película es el general de la SS, un cabroncete como pocos se han visto, sin él la película no valdría dos pimientos; además, es el único personaje que conecta ambas líneas argumentales.
Tarantino es un genio, cierto. Domina la técnica como pocos lo hacen y destaca en su rodaje de las salvajes escenas de acción. Es, sin duda, un puto bastardo del cine. Por eso invito a cualquier amante del cine a verla, pero sobre todo por el metacine, lo mejor, desde mi punto de vista, de Malditos bastardos. El cine hablando de cine. El último cuarto de hora es de antología. No digo más para no chafaros la trama. Pero insisto en que la historia de la chica dueña del cine, con el pesao del supersniper y todo lo que les sucede y rodea me parece chapó.
Por otra parte, y haciendo referencia al título de este comentario, debo añadir que una pega tiene tarantino: sus putos diálogos. Largos como días sin pan con nocilla y es así porque normalmente poco aportan al desarrollo de la historia, son divertimentos del señor Tarantino que a mí no me divirtieron, todo lo contrario me aburrieron como a una ostra sin limón y me dormí, sí, clapé en el cine, aunque fueron peores las conversaciones plastosas de Dead Proff.
Por último, en esta película falta acción, mucha acción que los aficionados a la WWII siempre queremos ver cuando se habla de nazis. Una lástima.
En definitiva, una película recomendable para que la vea cualquier buen amante del cine, pero con sus más y sus muchos menos. Es mi modesta opinión.
Corroboro punto por punto, exabrupto por exabrupto, ñorda por ñorda, todo lo dicho por Don Javier.
Por cierto, Child in Time, ¿el humo les asfixiaría? ¿Qué clase de argumento es ese? Quiero decir... ejem, sin acritud, ¿qué tiene que ver el realismo con los bastardos?
Bravo. Bravo.
no voy a decir que el películo en cuestión es obra cumbre ni cosa fetén, ni levanta caminos ni salva vidas, pero pipa sí me lo pasé, que al fin y al cabo es de lo que se trata, detalle a no obviar
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