Igual que hay almas a las que les salvó la vida el hemoal o el dermovagisil, pudieron dejar de sufrir sus respectivas lacras en silencio, a mí me ha reenchufado a la corriente asumir que al cine ya no se debe ir con la intención de eso mismo, de ver cine. Quiero decir "películas". El 99 por ciento de lo que se filma son heces de colorines directamente licuadas de las podridas sinapsis de víctimas del síndrome de Creutzfeldt-Jakob. Y esto, por más que suene enfermo y suene rebuscado, créanme, videado en la pantalla se antoja muchísimo peor.
Uno va al cine a lo que sea, a zampotragar palomitas, hacer ruido con la bolsa de las chucherías, lucir el cabezón de la cabeza y el cabezón del trasero entrando tarde, meterle la lengua a la novia hasta la campanilla, comerle la oreja al novio hasta el yunque, investigar las múltiples opciones mastuvibratorias del móvil de recientísima adquisición... Lo dicho, a lo que sea excepto a que le cuenten historias. Pero milongas las que uno se quiera servir, bufé libre de soplagaiteces, eso que no falte...
Esta asunción, aunque no lo parezca, es de un práctico y de un épico que asusta, una auténtica liberación. No tiene que andar uno con mucho miramiento, perdiendo tan grande parte de su divino sagrado tiempo en cascarse un comentario con contras y pros y los puntos suspensivos en su sitio si sabe de antemano que eso que le echaron al saco del forraje no es cine, que es otra cosa, zumo de bellota cortado con aceite de ricino y líquido de frenos, como poco, por un ponerse un mucho bruto.
Así las cosas, todo es mucho más fácil, viene rodado, te deja más amplio margen para maniobrar e innovar en el noble arte de la vendetta, derecho último y esencial de toda aquella alma ingenua que tuvo a bien pagar el importe exacto del atraco en la zona de taquillas.
Vean si no, un ejemplo práctico de lo que digo a continuación, vean: se abre el telón y se ve a Francis Ford Coppola, boina y bufanda en ristre, y mondongos de choripán encastados en la barba cana, y se acerca a un sufrido espectador: "Hola, sufrido telespectador", "Hola, Francis F.", "Hola, hola, jeje...", "Hola...", "Oye... una cosa te iba yo a decir...", "¿Lo cuálo Francis F.?", "Estoooo... que si querías... si querías jugar al Tetro", "¿El tetro?", "Eso mismo, el TETRO", "¿Y qué es eso del tetro, Francis F.?", "Pues, pues... jojo... el tetro... jajaja... el Tetro... jijijiji... EL TETRO consiste en que... uyjujujuyuy... en que... ayayayquemedá... ¡¡¡EN QUE TÚ TE AGACHAS Y YO TE METO UN VINCENT GALLO POR EL CULO!!!... ¡EH!, ¡EH!, ¡eeeehhhhh!... ¡qué te parece eso, tío listoooo, tío mierdaaa!... ¡EEEEHHH!"...
Y ya está. Baja el telón. ¿Cómo se titula la película?... Pues así, como el título de esta basura.
8 comentarios:
deduzco entonces que nos hallamos ante un marrón, coppoliano pero marrón, una pena, con el careto del gallo se podía haber hecho una peli curiosa
Exacto, amigo engelson, todo un marrón, en blanco y negro, pero marrón, ya no te digo de que texturay con qué olor...
saludo.
Diooooooos! Lo que me he reído...
Echo de menos el MaiNsTreAm nene, se te da de cojones.
Mendiós! que a mí también me ha puesto siempre durazno este formato, salda uno cuentas y además se echa unas risas...
y no se puede filtrar algún sedimento sustancioso de dicho marrón... no sé.. hay tetas, cilindrines colgando?
¿Quién duda de que Vicente Gallo se ha percurtido a la Verdú? ¿Quién lo duda? Yo no lo dudo. ¿Alguien lo duda?
Tetas hubo un par, que yo recuerde, pero no los de la Verdú, que son las que yo hubiese apreciado sobremanera, amigo Yume. Por lo demás, hay un tiempo para todo y sólo es ése tiempo, me extraña que Francis F. a su edad, no haya asumido semejante conocimiento.
Amigo Cuvric, es usted un malsano y un arribista, sabe de sobra que en este santo blog y en este horario no se puede comentar el palabro "percutir", mendiós!
Percutir o taladrar todo es empezar y ente caso estoy de acuerdo en que el gallo se ha puesto las botas taladrándose a la Verdú, y si no lo hizo más tonto él, la verdad. por otro lado la rotura de orto que Francis F. nos proporciona de este modo tan amigable. Con el b/n a lo mejor se despintan y no se dan cuenta los pobrecitos que han pagado la entrada para ver mi peli, que está claro que no me estaba medicando mientras la rodaba, y que es el zorullo más grande que jamás he filmado.
La primera media hora soportable, luego es un desgañite...yo vi como a uno le daba una parada respitaria al atragantarse con las palomitas de la risa que la daba. Al menos a ese lo pudieron salvar...al Francis no lo veo claro...Y luego, me digo, tanto ruido para promocionar este truñaco? Se podía haber ahorrado tan penosa artimaña publicitaria y ahorrase la vergüenza de que te apedreen cuando la gente te vea por la calle...dolor dolor dolor.
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