Salas porno, pesadillas de gore ultraviolencia, sexo sin compromiso, tensión sexual no resuelta, tensión sexual sí resuelta, enfermeras ninfomaníacas, muertos vivientes en descomposición comiéndose tus patatas fritas, evisceración salvaje, orgía de destrucción crash-ballardiana en pleno Picadilly Circus, ovejas degolladas, comisarios de policía degollados, vecinos incautos degollados, Rick Baker on fire, corría el año 1981 y la era del látex cinematográfico aún ni sospechaba que había de morir de infografía... "An american werewolf in London" fue la justicia poética que John Landis se sacó del forro de la sobaquina para enseñarnos qué sucede cuando eres joven y yanki y gilipollas y te vas de viaje a la aventura por esos páramos de Dios, sin reserva de hotel y sin un cochino mapa...
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